FIRMA / AMALIO MORATALLA
AMALIO MORATALLA 13/01/14 - 11:36.
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'}};Ni mucho menos estamos ante el último capítulo del culebrón ‘Balón de Oro 2013’. Esta noche, un poco antes de las 20.00h, se sabrá el nombre, el hombre, el futbolista, el agraciado, la estrella. Pero lejos de aceptar el asunto como definitivo, ya lo verá amigo lector, aún tendremos varios capítulos de debates, charlas, columnas... informaciones que se mostrarán vehementemente disconformes/conformes con la decisión.
A estas alturas no estamos para soportar argumentos de nadie que nos intente torcer el criterio que cada uno de nosotros tiene sobre quién debe ganar el galardón. Es más, todos seguimos procurando convencer a nuestro amiguete de turno, de que el ganador debe ser el que consideramos el mejor. Ya nos da igual quién ha sido el mejor -que tampoco es tarea fácil con los criterios tan difusos-, lo importante es nuestra capacidad de argumentar.
Esto se ha convertido en un Madrid-Barça. En un quién es el mejor del mundo o quién ha sido el mejor del 2013. En un pulso de cabezonerías, de querer llevar razón y de que ‘o sale el mío o el ganador no me vale’. ¿Ribéry? Pues, sea sincero, nos da igual. A mí me parece que ha hecho una gran campaña, pero mientras Iniesta, Xavi, Iker no lo tengan, al francés tampoco lo considero. Y si gana, pues muy bien, que lo ponga en el salón de su casa y lo disfrute con salud.
Pero la realidad es que estamos en otra cosa. El morbo de si CR7 se pone a dos Balones de Oro o Messi se dispara con cinco. Cualquier decisión va a ser controvertida y, por supuesto, no aceptada. ¡Es tan subjetivo todo, que vale cualquier argumento! Y ahí comenzarán esos últimos capítulos de la novela a la que me refiero, los del despliegue mediático para enfrentar a los pros y antis. En las tertulias saldrán ganadores los mejores oradores futbolísticos, pero nada tendrá que ver con el que FIFA haya designado. Tiempo al tiempo. Y como refuerzo, no olvidemos las encuestas que, verá usted, se alejarán del ganador.
Por eso, esta noche no acaba nada. Tranquilos. Empieza el show mediático y sólo Dios sabe cuánto durará. ¡Qué pesadez! Lo que debería ser un motivo de celebración, se convierte en un trofeo de discrepancia, ruptura y amargura para ese bloque de ‘perdedores’ incapaz de encontrar los argumentos sobre los que apoyar ‘su’ balón de plata o bronce. Esto hay que cambiarlo y convertirlo en una fiesta del fútbol y en un podio de ganadores y no sólo en el número 1, tan difícil de decidir en un juego colectivo. ¿Mi quiniela? Se me olvidaba con tanta reflexión: 1º Cristiano, 2º Messi, 3º Ribéry, pero le aseguro que si es Messi, Ribéry, Cristiano o Ribéry, Cristiano, Messi o cualquier otra combinación, yo le doy carpetazo y felicito al campeón. ¡Ya está! ¡Qué alivio!
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